LO ESENCIAL PARA DESPERTAR

 
¿Qué es lo esencial para despertar?

Vivir una mente consciente de instante a instante, en todos nuestros procesos físicos y mentales.
Vivir la consciencia en el cuerpo es fundamental para poder desarrollar la visión profunda de la mente. También lo es vivirla en los estados mentales, en sus contenidos... a fin de poder profundizar en el vasto espacio de la mente consciente.
Al percibir las cosas con nuestros sentidos (oír, ver, tocar...) los mecanismos mentales se ponen en marcha. Es preciso que nos adiestremos en ser plenamente conscientes de ellos, viéndolos tal como son.
En la práctica de la atención consciente en la quietud de la meditación y en la acción de la vida diaria, desarrollamos potenciales básicos para la liberación, o el despertar: mucha energía, concentración, atención para ver cada situación. Así mismo, paz, gozo, búsqueda de la verdad, ecuanimidad...
ATENCIÓN

En la observación atenta podremos comprobar cómo nos benefician todas estas cualidades en cualquier situación de nuestra vida.
Al desarrollo de la atención consciente de la mente le acompaña el florecimiento de todos estos potenciales.
Hace posible, también, la apertura a la Consciencia allí donde estemos.
Por lo tanto, desde la atención consciente podremos fluir en la vida de manera relajada y espontánea, disfrutando de lo que sea sin caer en las trampas egoicas.

La atención consciente
nos lleva al total desarrollo de la  visión profunda. Esto supone la plasmación del discernimiento, de la inteligencia en acción de la Sabiduría. Este discernimiento permite determinar con una precisión que está más allá de cualquier concepto o  tipo de idea, lo que, en cada momento, es fundamental y lo que no lo es.
Deriva de ello una acción  precisa y directa en cada instante, en la que no tiene cabida la ignorancia inconsciente.

En la atención consciente desaparece el testigo
u observador, que en definitiva viene a ser un EGO controlador, muy sutilizado en algunos casos.
Al no existir un “yo mismo” egoico las ideas e interpretaciones no interfieren en nuestras meditaciones y en nuestra acción diaria. Constatamos que la Consciencia es la vía directa para eliminar todos los trasfondos de la mente egoica y que puede, además, actuar en todo momento proporcionando la visión real de todo lo que se presenta.

ENERGÍA

El potencial energético es clave en una mente meditativa. En la meditación no gastamos energía, mas bien la generamos y la cultivamos, tanto en el aspecto físico como en el mental.

En el aspecto físico
: mediante el ejercicio del caminar consciente. En esta práctica no se aprende ninguna técnica de caminar específica sino que se cultiva la atención y la energía.
Después de almacenar energía, nos sentamos a meditar con el cuerpo relajado y quieto. Es así como la energía física y mental fluirá correctamente.

En cuanto a generar energía mental
es importante tener en cuenta que en la meditación no pensamos sobre los pensamientos, sino que somos conscientes de los pensamientos.
En el proceso de pensar inconsciente se despilfarra  muchísima energía, nos implicamos emocionalmente y fácilmente caemos en estados depresivos.

En la práctica de atención lúcida la energía
se acumula en lugar de desperdiciarse y se mantiene estable pudiendo alcanzar cuotas poderosas en la creatividad de la vida meditativa, en la plena consciencia en la atención.
BÚSQUEDA DE LA VERDAD
Se trata de la búsqueda de la verdad de la existencia humana, con una actitud sincera que trata de comprender lo que se manifiesta, pero al margen del proceso de pensar en distintas opiniones. Las dudas se dejan a un lado y queda sólo la intención de comprender. Sin pensamientos ni interpretaciones, sin aceptar ni rechazar nada, la mente no se distrae, y podemos acceder así, a lo que es real, a la verdad de las  cosas tal como es, mediante la expresión de la Consciencia.

GOZO

La atención consciente crea las condiciones para que se de una apertura a la acción directa de la gozosa Sabiduría profunda, de la cual surge el gozo espontáneo, directo y cálido que va estabilizando las sensaciones y percepciones físicas en la profunda calma  y quietud dinámica consciente. La potente energía de la Sabiduría proporciona niveles de concentración más y más profundos.

ECUANIMIDAD
La ecuanimidad se instala y deviene en el estado natural de una mente sin apegos. Se trata, en definitiva de un vivo estado de consciencia desapegada en la más absoluta libertad, no sólo en las meditaciones intensivas, sino en cualquier ámbito de la vida que se considere, en la apertura al Ahora de la Presencia – Consciencia.