ATENCIÓN IGUAL A LIBERACIÓN

 Para establecernos en nuestra identidad profunda consciente, es necesaria una purificación de nuestra mente de superficie, quitando todas las capas egoicas que nos sobran.
Es un proceso disciplinado que se inicia con el cultivo de una mente positiva, desarrollando cualidades humanas de relación: amistad, solidaridad, amabilidad, compasión, alegría por el éxito ajeno, ecuanimidad ante los reveses de la vida, así como la paz mental...
La vía meditativa no puede ser otra que la de la lucidez mental. Supone el conocimiento a través de la observación directa, que aporta una gran confianza en las posibilidades de la mente consciente. Cuando nos acercamos a la meditación, nos damos cuenta que tenemos un  largo camino que recorrer hasta llegar a la cima del ser humano consciente y fluir, como el pez en el mar, en el insondable océano de la Presencia-Consciencia del eterno instante.
El campo base meditativo nos adiestra en el cultivo de la atención al automatismo inconsciente de los contenidos físicos y mentales.

Desarrollamos el darnos cuenta o conciencia:

              -
         en los movimientos del cuerpo.
              -
         sensaciones, sentimientos.
              -
         estados anímicos (mentales).
            -
         pensamientos o conceptos (contenidos de la mente).
¿QUÉ ES LA ATENCIÓN?

Es el desarrollo de una conciencia vigilante. La atención en la meditación hay que tenerla en el presente, de instante a instante. En todo ser humano reside esta capacidad de desarrollo de la atención.
Estar atento consiste en dirigir el foco de la conciencia a los fenómenos físicos y mentales mientras éstos se producen, no sólo en la meditación sentada, sino también en la vida diaria, la cual nos provee de oportunidades formidables para llevarlo a cabo.

Atención en el cuerpo

En los estrictos periodos de meditación sentada focalizamos la atención en el cuerpo, dándonos cuenta de los movimientos del abdomen producidos por la respiración. Al inspirar percibimos tensión abdominal y el abdomen sube; al espirar, por el contrario,  el abdomen baja y se distiende. Dejamos que la respiración transcurra de manera natural sin interferir en ella para nada.
Es importante mantener  la columna recta y la mente alerta, a fin de que la energía circule correctamente. Por tanto, el cuerpo adquiere una postura equilibrada y recta, pero sin tensión ni rigidez. Las manos pueden situarse, bien sobre ambas rodillas, o, haciendo algún mudra.
La atención permanece en el subir y bajar del abdomen, y de este modo la mente se mantiene presente en el ahora. En el momento que se presenten contenidos mentales que nos distraigan, volvemos a concentrar la atención en la sensación de subir y bajar del abdomen que acompaña a la respiración abdominal.
Es un ejercicio de atención en el que el cuerpo se relaja y se experimenta mucha paz.
En la vida diaria ponemos atención en los movimientos del cuerpo dándonos cuenta de lo que hacemos en cada instante: por ejemplo, andar, sentarnos, tumbarnos..., en los movimientos del cuerpo en lo que estemos haciendo, sea lo que sea. Es vital hacer sólo una cosa y  no varias a la vez. Es decir que no podemos estar atentos, si cuando hacemos algo, estamos distraídos pensando en otra cosa.
La idea del sí mismo egoico se va perdiendo en la medida que crece la conciencia del aquí y ahora en el cuerpo.

Atención a las sensaciones

Reconocemos cada tipo de sensación en cada instante que se produce. Si surge una sensación de placer, la contemplamos al momento: esta es una sensación de placer.
Del mismo modo tomamos nota cuando una sensación es desagradable:
          - un punto de dolor..., es una sensación de dolor.
       - un punto de incomodidad…,  es una sensación de incomodidad..
Observamos con perspectiva como aparece y desaparece la sensación.
Con la práctica llegaremos a comprender cada una de ellas como un fenómeno que no afecta a nuestra mente agitándola.
Cuando tenemos a las sensaciones bajo observación atenta no nos pillan desprevenidos y en consecuencia, no nos desbordan. De este modo vamos adquiriendo un conocimiento verdadero de cómo nacen y cómo mueren, viviéndolas tal como son.

ATENCIÓN SOBRE LA MENTE Y LOS CONTENIDOS MENTALES

En la observación a la aparición y desaparición de pensamientos, emociones y sentimientos, o, cualquier estado de ánimo que afecte a la mente, podemos, desde la atención, detectarlos y reconocerlos en el mismo instante en que suceden.
De este modo nos damos cuenta de si nuestro estado mental está:   
-ATRAPADO: total identificación con los fenómenos que sean, por ejemplo, si la mente está dominada por emociones  perturbadoras...
- LIBRE: libertad por no estar la mente atrapada en nada.
Desde la atención lúcida comprendemos que hay un fluir de pensamientos debido a ciertas condiciones; si esas condiciones cesan los pensamientos desaparecen.
Las emociones perturbadoras irrumpen en nosotros empujadas por una fuerza impersonal, oscura e inconsciente, presente en la naturaleza humana. Sin presencia en el instante, sin la atención lúcida necesaria, estas fuerzas pueden dominar nuestra conciencia individual con incursiones crueles, malsanas, viciosas..., creando grandes obstáculos en nuestra vida meditativa.
Podemos adquirir una mayor perspectiva en la atención si contemplamos todas estas tendencias negativas, no como algo personal, sino como expresiones de esta fuerza impersonal de la naturaleza humana.
Desde el desarrollo de la conciencia en cada instante, nos damos cuenta de la presencia de esas fuerzas oscuras inconscientes,  pero la atención lúcida las pone a raya.
El ser se abre al fluir de la Presencia en el Ahora, que se expresa por el poder espontáneo de la Consciencia. Desde
la Presencia, el darse cuenta o atención sucede de manera natural, sin esfuerzos. Es sólo ser uno mismo, sin más, y, haciendo lo que hay que hacer, uno actúa en la simplicidad de la Presencia instante a instante.
Ciertamente que se trata de una vivencia especial y plena, lo único real de la existencia en todos y en TODO; pero nadie puede sentirse con la exclusividad de la experiencia de la Presencia.
La meta meditativa de la CONSCIENCIA no está lejos de nosotros, se expresa en la simplicidad del camino de la Presencia en el Ahora.