CONCENTRACIÓN
Y
ATENCIÓN LÚCIDA DE LA MENTE


Cuando una persona comienza a meditar se enfrenta al problema de no saber como controlar su mente. Como ha sido educada para razonar todas las cosas, también intenta hacer lo propio con la meditación.
Pero en la meditación no utilizamos el razonamiento, no pensamos sobre los pensamientos, sino que tomamos conciencia de los pensamientos.
Si interpretamos las sensaciones, las emociones... no estamos meditando.
Normalmente vivimos en una reacción constante ante las cosas, las  relaciones..., porque las juzgamos según nuestras ideas y puntos de vista personales.
En la meditación nos adiestramos a actuar directamente, sin plegarnos a un patrón de ideas. Esta misma actitud la mantenemos al observar los pensamientos: mera observación sin interpretarlos.
La atención silenciosa hacia un pensamiento que aparece en este instante, lo silencia, sin necesidad de realizar esfuerzos para controlar la mente. Esta es una comprensión de la mente muy gozosa que se plasma como fruto de la perseverancia en la práctica meditativa.
En la atención vigilante de la mente  dejamos nuestras opiniones egoicas a un lado, abriéndonos a una observación silenciosa de lo que está ocurriendo de instante a instante.
Para mantener una conciencia actualizada en la observación  de los contenidos de la mente, al principio debemos apoyarnos en un soporte que perfectamente puede ser el tomar conciencia en la respiración natural, tal como es, de modo que la mente se mantenga presente y serena, en una atención lúcida en el ahora.
La plena conciencia en la respiración nos abre a la paz, a la mente presente; pero hay que tener en cuenta que al principio la paz es superficial, va y viene y no se mantiene en la mente de manera estable.  Esta paz depende de nuestra concentración en el darnos cuenta de que estamos respirando, o también a través de algún otro objeto de concentración.
Percibimos la paz profunda y podemos permanecer en ella en cualquier momento y situación cuando llegamos a vivir el espacio de la mente profunda.
¿Qué es concentración?

EQUILIBRAR LA MENTE.

Comienza por mantener la mente en un punto, en un objeto concreto puesto frente a la mente, por ejemplo el Buda fuera de nosotros; lo miramos detenidamente con los ojos abiertos. Luego cerramos los ojos y recordamos con todos los detalles la imagen. También podemos fijar la mente en la imagen de Chenrezy dentro de nosotros, en nuestro corazón. Nos concentramos en el interior de nuestro cuerpo.
La concentración en la respiración es un método universalmente aceptado. Puede asociarse también con el contar las respiraciones.
A través de estas formas se da:
                    -una concentración básica.
                   - una pacificación mental básica.

Hay concentraciones profundas
:
Diferentes formas de concentración en absorciones meditativas profundas. Ahora bien, las concentraciones más profundas parten desde las meditaciones más básicas.

¿Qué es la atención meditativa?
La atención es la vía de la visión, no de la concentración.
En el sentido más profundo, es la Visión profunda, igual a contemplar la Verdad con Sabiduría.

La atención es el proceso de observar las cosas de manera profunda. El escuchar atento puede experimentar lo que se dice sin utilizar el pensamiento. No hay deseo ni apego en la escucha, sólo existe el propósito consciente de comprender.
Desde la atención podremos comprender lo falso como falso y lo verdadero como verdadero. Nos daremos cuenta de la verdad de las cosas tal como es.
La comprensión no nos viene por las ideas, sino por la acción de la atención consciente en aquello que sucede dentro y fuera de nosotros.
La atención es contemplación directa, sin explicaciones ni interpretaciones que observa con claridad lo que aparece.

El desarrollo de la atención lúcida de la mente nos conduce a un estado de despertar total.
Se trata de un estado mental muy abierto, y es por ello, que podemos liberarnos progresivamente de todos los condicionamientos que hemos acumulado a lo largo de toda la vida.
Desde la verdadera comprensión se afrontan con naturalidad todos los problemas que aparecen en la mente meditativa.
En la atención consciente se manifiesta la profunda quietud dinámica, que puede expresarse en cualquier situación de nuestra vida diaria, dando paso a la manifestación de la      
Presencia – Consciencia en el Aquí – Ahora.