DECLARACIÓN ESPECIAL

El Respeto es luz.
 

 Incluimos aquí este correo de autor desconocido que ha llegado a nuestra web por el interés que suscita el tema tratado.

Si Sidharta apareciese de nuevo muchos le censurarían diciéndole: ¿A que escuela perteneces?, o , ¿a qué tradición?... pues, si no eres de ésta o aquella no eres idóneo y posiblemente , ¿con qué autoridad hablas?, ¿acaso eso que dices te lo enseñó alguien reconocido, pues si no, no tiene valor lo que dices, por ti mismo no puedes averiguar nada…

Ninguna escuela fabrica Budas, cada uno debe construir el estado de Buda.

Si Jesús como auténtico iluminado y como Buda del Amor viniera ya mismo, muchos le censurarían y lo crucificarían de nuevo indignados porque no pertenece a una de las escuelas o cajones mentales de moda en la época.

Tanto Buda como Jesús el Cristo tienen libertad, no están maniatados a las escuelas, son innovadores psicológicos, espirituales, sexuales, sociales, personales, son virtud pura expresada, manifestada, son conciencia sagrada, son santidad plasmada, mente iluminada por centenares de virtudes trabajadas, desarrolladas.

La mente amarrada a escuelas, maniatada clasificando a las personas en grupos, rotulando a los demás, divide, crea discriminación, odios prepotencias, rebeldías, malos genios, auto engaños, incomprensión, fantasías como : yo tengo la razón, no es de mi grupo, etc…, que nos incapacita para amar y comprender a las personas tal como son. El amor es una de las cualidades búdicas más brillantes, más resplandecientes y no admite discriminaciones sutiles.

A Jesús el Cristo le censuraban porque sanó a un enfermo en día de sábado, cuando según la tradición o la ley vigente: la del egoísmo, la de la dureza, la de la insensibilidad, de la indiferencia, de la oscuridad disfrazada de luz, el sábado era día de descanso y no se podía expresar la bondad y la compasión.

La mente sujeta a escuelas es oscuridad aunque crea que está hablando de la luz. La mente que no se ha liberado del concepto de escuelas es incapaz de comprender el punto de vista ajeno y está condicionado por las suposiciones mentales.

La mente sujeta a escuelas expresa egoísmo, sentimientos posesivos, agresividad si se le contradice, violencia manifiesta, sutil o camuflada, crítica, imposiciones, falta de respeto, celos místicos, miedos, carencias de amor, desconocimiento y todo esto se llama carencia de trabajo interior, oscuridad que genera auto engaños que conducen a errores terribles.

La mente sujeta a escuelas muestra alejamiento del Buda Interior que es comprensión, bondad, respeto, respeto profundo.

Cuando pretendemos rotular, clasificar, encerrar a las personas en los conceptos estamos actuando sin la cualidad búdica de la comprensión.

Para ser budista lo único que se necesita es practicar las enseñanzas del Buda Bendito, amansar o educar la mente en las virtudes y liberarnos de los calabozos de las oscuridades mentales.

Debemos aprender a escuchar y guardar silencio, pues las opiniones o puntos de vista ajenos no pelean con nadie, más bien nos enriquecemos si meditamos en ellos a la luz de la ley de causa o efecto o Karma.

En un diálogo entre personas que están iluminando la mente se expresa la comprensión y nadie presume tener la razón pues comprende que es la evolución espiritual o porcentaje de conciencia búdica en cada uno de ellos la que les da la profundidad en la comprensión.

Como monjes o estudiantes budistas aprendemos de todo y de todos en toda ocasión, nos esforzamos siempre desarrollando la virtud, reflexionamos insistentemente en la calidad de su conducta y la ajustamos al Dharma, hacemos una larga lista de virtudes y nos dedicamos a desarrollarlas porque sabemos que cada una de ellas, agrega luz a nuestra mente. Sabemos que si no hacemos y repasamos la lista continuamente, nunca podremos acabar con el auto engaño de creernos virtuosos.

La regla de oro es: Todo aquello que no se ajuste a la enseñanza dada por el Buda Sakyamuni, no lo he de tomar y todo aquello que me ayude a iluminar mi mente con la virtud lo aprovecharé.

Para liberarnos de las escuelas lo único que necesitamos es desarrollar amor, entonces ya no nos molestan las opiniones o puntos de vista ajenos, ya no argumentamos, ni polemizamos, ni ejercemos ninguna forma de agresividad sobre los demás.

La reflexión, la meditación nos enriquecen.

Que los benditos Avalokiteswara, Amitaba, Kwan Yin Vajrasatwa, Asobhya y demás Budas sagrados nos ayuden a iluminar la mente para convertirnos en auténticos practicantes del Dharma.