Amanecer

 

El amanecer en la formidable aurora despierta
con los primeros resplandores del sol del Espíritu
en la iluminación mística de la Vacuidad,
despojó al ser del sueño entorpecedor
de la Noche del egoísmo,
con los duales torpes ismos
del caparazón del falso-yo.

 

Pudo percibir las maravillas variopintas
de la Mente-Vacuidad, que está en todo
incesantemente presente.
En el deleite de sus sentidos interiores
las sensaciones surgen espontáneamente
y con total pureza.

 

La Presencia Mística, creadora de luz,
disuelve la confusión dual
sujeto-objeto respectivamente.
Por ello, lo aparente, en lo vacuo,
nunca se toma en serio, realmente,
sino como una dicotomía
aplicable a los sueños solamente.

 

El conocimiento vacuo
sacia toda sed de saber
bebiendo en la misma Fuente de la Verdad,
más allá de las palabras.
Es un conocimiento absolutamente directo,
trascendente.
 

Un espíritu abierto al Espíritu Infinito,
vacío de todo concepto intelectual,
expresa compasivamente
beneficiar a todos los seres sintientes imparcialmente,
para confluir despiertos , plenos y gozosos unitariamente
en el Espacio Infinito Consciente.