Dedicado a Dorje Chang 

NIRMANAKAYA



I

En esta andadura terrestre en pos del Ser,
te haces visible para el ciego espíritu humano
en forma de color azul, oro y diamante.
Abres sugestiones poderosas de la realidad:
invadiendo nuestras vidas terrenas 
de una paz sin fin,
haces percibir toda la existencia 
como afín.

 

II

Si en ese tu espléndido semblante 
de ojos acogedores, penetrantes, 
todos nos reconociéramos en cada instante,
pediríamos que formaras 
y abrieras de repente
los ojos iluminados, anhelados,
en los seres sintientes ya esbozados.

 

III

Tu Sabiduría Imparcial
es la palanca mágica para la realización 
de la sana locura sin esperanza ni temor.

 

Desenmascara la astucia,
 el ingenio y la habilidad de la ignorancia 
para urdir e impedir el vuelo del ser 
hacia las Alturas Supremas,
quedando libre únicamente 
la llama viva de la aspiración-devoción 
de la Suprema Realización.

 

IV

En Tu mirada miró el ser al Espacio,
y voló más allá de las rutas del pensamiento
en una mística danza,
sin ninguna nube turbia,
 su corazón latía silencioso 
en las manos de un Amor 
más vasto que el universo.
Era la calida morada natural 
en el seno de la luz-vacuidad gozosa.
 

V

Cuan tierno y sabiamente amoroso
eres en tu expresión de Espacio-Vacuidad,
en el que al ser vuelves muy esponjoso
al grande sabor espiritual, sabroso
en la afluencia de tu infinita cualidad,
inmerso dejas al espíritu en la genuina Realidad.
 

VI

Impregnado de tus suaves resplandores
el ser iluminado ya no es un ciego,
luce Tus-sus cualidades de mil primores
e irradia a todos los seres Tu místico fuego
de sabiduría, cálido, muy rico en amores
imparciales, en el comunicar el despertar como juego.

VII

La densa ignorancia del espíritu liberaste
en la vacuidad luminosa en la que moras
y en secreto tu delicada sabiduría donas.
Con fortaleza de amor al ser llagaste
desde la Compasión en la que a todos amas,
confluyendo en el Gran Despertar al que nos llamas.