Al maravilloso Ser humano
Oh, increíble existencia de ser un humano
que puede realizar el símbolo de la flor de loto,
que nutre sus raíces con sustentos de lodo.
Cruzas los caminos del fango de la tierra
desde las fuentes espirituales,
donde está la fuerza transmutadora
al florecimiento más bello.
Luminosos pensamientos brotan de tu seno más
profundo,
con la musa creativa transformas tu locura
y entonas este delicioso verso: cuan suave y dulce
es la brisa de la total presencia
lúcida en cada aquí y ahora,
sin ninguna referencia del pasado ni futuro,
es la maravillosa corriente mágica que toda
neurosis cura.
Canta el desapego el cántico del descubrimiento
de vivir el cuerpo humano como templo sagrado,
misteriosa puerta de paso de lo finito a lo
infinito,
acceso a espléndidas maravillas en los brazos del
espacio:
Supremo Templo de gozo inenarrable.
Este
pequeño ser humano exterior
sostiene
el secreto de una vida
no vivida por el cuerpo material.
Abriendo
los ojos interiores
en sus entrañas dibujados,
ve y siente purezas
de percepciones sublimes
que no había sentido jamás,
hasta que se reveló
su innata sabiduría-compasión
con fuerza, dulzura y deleite.
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