SOÑABA CON PRÍNCIPE


Soñaba con  príncipe, alma gemela,
que  su belleza interior y exterior fueran parejas.
Encontré alegatos del sueño,
seres incompletos buscando,
dejando heridas, siendo heridos, sufriendo…
 El príncipe se convirtió en persona de a pie.
 Una, otra, otra… dejaban,
siempre, abierta la ventana al vacío,
a la  soledad profunda.
 en este paisaje, vi otra luz,
 la luz más alta.
También ahí  encontré alegatos del sueño,
seres, como yo, incompletos, buscando…
El sueño fue cambiando de signo hasta que…
un día cualquiera vino él
y buscamos más allá
 de los respuestas fáciles,
 de los efectos gratificantes.
 Y le amé y me amó y le amo y me ama,
más allá de  sus razones y las mías,
de sus pretensiones y las mías.
Porque amorosamente iluminando el camino,
está nuestro maestro guía.
El azar más venturoso nos trajo a sus manos,
a su  corazón ilimitado, a su visión
 clara y profunda que nos guía,
con su propia luz,
hacia nuestra luz y esta brilla ahora
en el amor que nos amamos,
 tú y yo amado.
 En recorrer tu piel y tú la mía
que no es sólo, una proyección de mis deseos,
un lugar, donde colmar y calmar
 mi sed de amor y placer.
Es  mucho más, es algo que amo fuera de mí
pero, que a la vez, está dentro de mí,
 como el mundo  entero
 con el que deseo, también, unirme.
Anhelo sentir que soy,
 uno en el todo, tu piel,
 tu cuerpo, nuestro deseo no muere
 en el placer que sentimos
sino que sube para abrirse
 a la gran luz de la que provenimos
 y esta luz, ese amor es:
alegría de la fusión con el amado,
 amor, luminosidad, generosidad sin límites,
en el amor al gran Amado en ti, reflejado.