TRAS UN SUEÑO
Envuelta en luz radiante
venía con gracia nueva.
La alegría arrollaba el aire
girando en danza y risa.
Rompía los límites anquilosados,
años y años de contención, miedos
volatilizados en la luz.
El mundo giraba fresco
y un alma de Niña anidaba
la luz luminosa de la tarde.
¡Qué importaba las miradas
de extrañeza y desprecio!.
La vida era expansión
juego, aventura de niños
donde los riesgos eran incentivo
hacia el final, inevitablemente feliz
de la plenitud del ser,
latiendo, vibrando
de dicha, alegría y libertad.
Lastima que era solo un sueño
al que, algún día, despertaré.
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