EGO II
Lengua turbia, como cauce tumultuoso,
juncos y cañas, remolimos brillantes,
piedras, lamidas por la música del agua.
Al fondo, cayeron teclas oscuras
y sale música de llanto
de las piedras que despiden
para siempre, la caricia del agua fugitiva.
Los ojos ven el agua transparente
sólida huida deviene,
como el tiempo
de este instante del gran sueño
de los días y sus afanes
que sueña el soñador.
Tejiendo escenarios de aire,
compitiendo con las nubes,
lejanas y altísimas realidades fugaces.
Tejiendo caminos de dolor
en el arcoiris de la tormenta.
Tejiendo quimeras tan reales
como el camino del agua.
Tejiendo el sueño de lo real
que la verdad de la luz
diluirá como la mano
del mar las huellas en la arena.
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