Reconocimiento de la naturaleza esencial de la mente
Segunda Parte
 

Lhaktong-Visión profunda

 

INSTRUCCIONES DE RECONOCIMIENTO DE LA MENTE BASADAS EN EL MOVIMIENTO[1] MENTAL

[1] Movimiento: término técnico que significa pensamiento, movimiento conceptual, en oposición a calma: estado mental desprovisto de pensamientos, inmóvil, en reposo. Estos dos estados son la base de la distinción entre las prácticas de Shiné (Calma mental) y de Lhaktong (Visión profunda).

 

Medita primeramente sobre los preliminares, de manera concisa, después toma la postura física esencial y lleva a cabo las meditaciones para establecerte en la Calma Mental y en la Visión Profunda, tal como han sido dadas precedentemente, todo eso a fin de guardarlas en la memoria.

Deja la consciencia distenderse en su estado natural y establecerse en él. Una vez llegado a ese estado, observa directamente la esencia de ésta consciencia. A continuación, crea un movimiento en la mente: visualiza una forma cualquiera, el Djowo de Lhassa o el Lhatchen de Tsurfu[1], por ejemplo, hasta que esa forma (la del Buda) aparezca clara y distintamente en la mente. Luego observa y pregúntate cuál es la diferencia entre la mente que crea éste movimiento y la mente en reposo. Observa y pregúntate cuál es la diferencia entre la mente en movimiento y la mente que la observa. Habiendo hecho así, el movimiento de la mente se liberará por sí mismo.[2]

De nuevo, observa y mira si la estatua que aparece como objeto de la mente, y la mente que la hace aparecer, son una, o bien dos cosas distintas. Si son una, examínala para saber si es la mente la que ha ido a la estatua o la estatua a la mente. Si piensas que son distintas, determina si la vista que tienes de la estatua y la estatua verdadera es la misma o es otra.[3]

 De la misma manera, observa como antes para saber si la forma percibida por el ojo y la conciencia visual son una sóla y la misma cosa o no. Observa lo mismo para un sonido percibido por el oído, un olor por la nariz, un gusto por la lengua, y una sensación táctil por el cuerpo. Por éste tipo de examen, se realizará la liberación de todas las fabricaciones mentales como la identidad, diferenciación, etc...Todas éstas nociones se reconocerán como el despliegue mágico de la mente.

 Cuando el movimiento se libere por sí mismo, ya que surge el conocimiento, conviene preservar éste estado meditativo.

                                              


-Reconocimiento particular a través de las emociones-

 Imagina claramente algo que agrade a la mente y contémplalo hasta que haya ilimitada alegría. Después, crea mentalmente algo desagradable y mantén ese pensamiento hasta que el disgusto se te apodere. ¿Cuál es la diferencia de esencia entre las dos?

¿Qué diferencia hay entre la mente contenta, la mente descontenta y la mente del comienzo que estaba en calma?

A continuación, proyecta la mente en tanto que puedas, en todas las direcciones a la vez, y compárala con la mente anterior que estaba en reposo. Habiendo observado así, se llega a la comprensión de que dos pensamientos no pueden aparecer simultáneamente; la multiplicidad no puede ser producida en un mismo instante”. Todos los pensamientos se realizan como el juego[4] de calma y de movimiento de la misma mente.

Así, uno conoce que el movimiento, los múltiples estados de conciencia, son en su brotar y su esencia, de un solo sabor, como agua vertida en agua.

Además, si uno dirige una mirada directa a la esencia de todo pensamiento cuando surge, sin asirlo como un objeto real, aparece como claridad/vacuidad. Cuando eso se produce, ya no es necesario rechazar el pensamiento como algo malo, ni buscar el medio de contrarrestarlo por antídotos.

“Los lazos del objeto y del sujeto,
Una vez reconocidos en su esencia, se liberan.
La realización de éste camino excepcional,
Conduce al lugar del Despertar, en ésta misma vida”

Habiendo imaginado un objeto atractivo, desarróllalo hasta que el mental esté completamente dominado por el apego. Después, produce aversión en relación con un objeto desagradable y compara esos dos estados.

Luego, en el momento en que te duermes, observa la esencia de la mente que se queda dormida. Observa igual la esencia del orgullo, de los celos y de la codicia. Haz surgir uno de los venenos, después, habiéndolo establecido, obsérvalo intensamente, agudizando tu consciencia cognoscitiva en el análisis. No desarrolles el pensamiento anterior ni tampoco lo interrumpas con otro pensamiento. Si la observación dura en el tiempo demasiado poco, el reconocimiento no surgirá. Así, divide el día en diez sesiones, y en cada una, esfuérzate en producir vigorosamente tu consciencia cognoscitiva analítica.

En especial, cualquiera que sea la emoción que se produzca, (deseo/apego, etc...), sin dejarte ir detrás, mira directamente su esencia. Permaneciendo sin distracción en ésta contemplación, los cinco venenos aparecen sin base ni raíces.

 Por ésta razón, las emociones tales como el deseo/apego, etc, se purifican, sin que sea necesario abandonarlas. Se les llama “auto-liberadas”, habiendo tenido una libertad natural.

Se ha hecho referencia a la relación que une a las Cinco Emociones, las Cinco Sabidurías, y las Cinco Familias de Tathagatas. Así la emoción del deseo/apego (en su forma libre) está conectada a la Sabiduría que conoce cada cosa distintamente y al Buda Amitabha, y lo mismo en los otros casos.

 Esto se llama: “las instrucciones clave que toman los cinco venenos como camino”, en efecto, cualquiera que sea el pensamiento que surja, observando directamente su esencia y permaneciendo encima, se libera por sí mismo en su ausencia de naturaleza propia.

Como se dice:

“Existen instrucciones que toman los cinco venenos como camino; Igual que existen mantras para neutralizar los venenos”.


[1] Estos son los dos objetos más conocidos del Tibet. El primero, llamado el Djowo, es una estatua de Buda Sakyamuni que se encontraba en el Djokhang, templo de Lhassa. El segundo, llamado Lhachen, “Gran Divinidad”, es una estatua de Buda erigida en Tsurfu, sede de los Karmapas, por Karmapakshi. Se puede tomar por soporte todo objeto que la imaginación reproduzca fácilmente. Sin embargo, la estatua de Buda vehiculiza una gracia particular por ser un soporte espiritual.

[2] Es decir se reabsorberá, cesará en la consciencia que observa.

[3] ¿Los dos objetos pueden subsistir simultáneamente, uno como objeto exterior real y otro como objeto imaginario interior?

[4] Juego: significa aquí alternancia, transformación, sucesión de los estados momentáneos de la misma mente.

                                                   

-Esencia de los pensamientos-

En resumen, por las manifestaciones de su facultad de expresión natural, la esencia de la mente surge en una multitud de aspectos: virtuosos, no virtuosos y neutros. Sin embargo, si uno se abstiene de negarlos o establecerlos, todos éstos aspectos se revelan como un único sabor. Por consiguiente, sin buscar en otra parte un antídoto, sea lo que sea que aparezca en la mente, hay que observar directamente su esencia y preservar ésta presencia, sin distracción, durante los diferentes cuatro tipos de actividad de la vida cotidiana.[1] Estos van a revelarse desnudamente, sin base y sin raíces, desprovistos de naturaleza propia y de realidad objetiva. 

 Habiendo producido realmente la Sabiduría Primordial auto-cognoscente, la confusión del aferramiento dualista se libera por sí misma. 
 

 Chenrezy:

“Todo lo que se produce es el estado de naturaleza;
Consciente de todo lo que surge,
Permanecer ahí, así, en la pura vacuidad,

Ser, sin ninguna duda, el rey de los yoguis.”
[2] 
 

  Yeshé Khandroma:

”La obtención de ésta Sabiduría Primordial auto-cognoscente.Es como el resplandor de una antorcha que disipa la obscuridad de un eón; es como eliminar definitivamente la confusión del karma, es como un hombre que despierta.”
 

  El incomparable Gampopa:

“Los pensamientos Dharmakaya, están ahí, a mano, están ahí, no cosificados por antídotos, están ahí, en el estado de la claridad cognoscitiva:” 
 

  El Venerable Maitreya:

“En esto, no hay ya nada que clarificar, no hay ya nada que establecer, es la visión justa de la esencia justa; por esa mirada justa, todo se libera” 
 

 Gyalwa Götsangpa:

“Tan pronto como, se produzca un pensamiento, no lo veas como un defecto, déjalo tal cual, en la consciencia de su vacuidad, surgirá como la expresión del Dharmakaya.”

 

[1] Cuatro tipos de actividad: de hecho, término que incluye todas las actividades, a través de las cuatro posturas del cuerpo: sentado, de pie, en movimiento, acostado.

[2] Sin ninguna duda; sentido generalmente admitido de la expresión “gdon-mi-za”, que literalmente significa “no ser comido por los demonios”, los de la duda que altera la experiencia espiritual.

                                                   


-Necesidad de los pensamientos-

Puesto que muchos otros testimonios explican éste punto de manera idéntica, hay que preservarlo. Cuando hay reconocimiento, la práctica se hace fácil. Antes, no sabías meditar en la ausencia de pensamientos; ahora, sabes meditar en los pensamientos. Hasta ahí, exactamente igual que el ojo no puede verse a sí mismo, el pensamiento se velaba a sí mismo, y el resplandor de la facultad creadora no se veía.[1]

Ahora, la irradiación mental se ve en su esencia, lo que hace de los pensamientos el corazón de la meditación.
Cualquiera que sea el pensamiento que surja, se percibe tal cual es.
Permaneciendo en la esencia de los pensamientos, en la presencia desnuda de la claridad/vacuidad, sin cosificación, sin esperanza ni temor, el pensamiento se libera por sí sólo. En la esencia del pensamiento se realiza la simplicidad de la claridad/vacuidad.
 

Según las palabras del Señor Gampopa:

“Mira la necesidad de los pensamientos, mira su gran benevolencia, mira cuán queridos son al corazón, mira que perjudicial es su ausencia. Así, toda manifestación llega a ser significativa, porque es el estado natural. Sin pensamiento, no hay Dharmata. Mira, pues, hasta que punto son necesarios los pensamientos.

 Anteriormente, porque la naturaleza de los pensamientos no te era conocida, errabas en el samsara. Ahora que sabes permanecer sin rebuscar en todos los pensamientos que se producen y que éstos son percibidos claramente como siendo el Dharmakaya, mira su benevolencia, mira cuán queridos son a tu corazón, ésta crispación con todo lo que aparece en la mente, ya no es necesaria. Ninguna necesidad de ver los pensamientos como un defecto, ni de buscar suprimirlos.” 

Gampopa se dirigió así a todos sus monjes reunidos, con la ocasión de su viaje de Gampo al Alto Dhagpo[2]:

 “Grandes meditadores, vosotros deseais un estado sin pensamientos, pero no es posible hacerlos cesar. De ahí vienen todas vuestras dificultades, grandes meditadores. Pues bien, de igual manera que cuanto más combustible tengais, más grande será el fuego; cuantos más pensamientos tengais más se acrecentará la Sabiduría Primordial no dual. Permaneced firmemente en la contemplación de los cinco venenos y de los pensamientos, tales como son, sin establecer nada, ni nada negar, sin fabricar nada. Eso es la mismísima Consciencia Primordial, espíritu de todos los Budas de los tres tiempos. El Despertar que nosotros no llegamos a reconocer es eso y sólo eso. No existe ningún otro Despertar más que eso mismo.” 

 
Phagmo Drupa:

 “Sobre el tema de los pensamientos y de la conciencia cognoscente, debe conocer el hombre santo que son las tres Puertas de la Liberación.[3]
 
Los pensamientos son particularmente benevolentes, ya que dan la percepción del gran gozo. Puesto que los pensamientos son la mente misma, si uno quiere suprimirlos, vienen todavía más. Al ser no producidos, no es necesario hacerlos cesar.” 

 Es más:  “Cuando aparezcan los pensamientos, distintamente reconócelos como tu Lama. Mira su benevolencia, produce la certeza estable de que no hay la menor diferencia entre el Dharmakaya y los pensamientos, éstos son el Lama infalible. Conociendo los pensamientos como la mente, conoce la mente como no producida: no rechaces los pensamientos y no crees una sabiduría no conceptual. La multiplicidad de los pensamientos es como la sal disuelta en el agua. Esto es el Lama que demuestra que pensamiento y vacuidad son no duales, es el Lama que abre la puerta del conocimiento trascendente (prajna).” 

 Se podrían citar otros innumerables textos.


 
El Gran Realizado Orgyempa:

 “ No hay ninguna necesidad de buscar deliberadamente la no conceptualidad ni de ver los pensamientos como defectuosos. No dejes que tu práctica vaya a la hambruna, sé más bien el detentor de una cosecha regia. Sin rebuscar una estabilidad estable, una claridad clara, una feliz felicidad,[4]cualquier cosa que surja hay que gozarla de manera ecuánime sin rechazarla ni atraparla.” 

Cualquiera que sea el pensamiento que aparezca, mira su esencia tal cual, sin suprimirla o establecerla, sin crear un artificio. Deja la mente reposar por sí misma, de manera natural, admirada, abierta. Igual que la luna en el agua no está más allá del agua, todos los estados de conciencia y los pensamientos son sólo mente. Por más que sean la mente, son claridad/vacuidad, semejantes a una imagen reflejada. Viéndola directamente en ésta dimensión, la producción de pensamientos es sin obstrucción y es reconocida como sin fundamento ni raíces, transparencia. 

 Esto es el reconocimiento del Dharmakaya. Para dar un ejemplo, exactamente de la misma manera que las olas no son otra cosa más que agua, por más que múltiples pensamientos aparezcan desde el estado de naturaleza, claridad/vacuidad, en sentido último no son objetos diferentes. 
 

 Cita del Tantra Hevajra:

 “Esto es llamado samsara, esto es llamado nirvana; abandonando el samsara para obtener cualquier otra cosa, el nirvana no será realizado.” 

 Así, haz como se ha dicho: reconoce los estados de conciencia y los pensamientos como siendo la mente y mantén tus esfuerzos hasta que aparezca la ausencia de base y de fundamento. 


-
Preguntas del Lama al discípulo-
     

 “Así, observa como es ésta mente, sentado, caminando, en la actividad e infórmame dentro de algunos días de la manera en que funciona”
 
Una vez vuelto, el discípulo dice: “ésta mente no hace nada de nada; está ahí inmóvil.”

 Entonces: “quieres decir tu, que desde la vez anterior y hasta ahora, ¿no has tenido la idea de comer, de vestirte, de ir a dormir ni de venir aquí, y que tu no tenías ni la menor idea de encontrarte delante de tu Lama? Estás ,pues, en reposo, ¡con la mente perfectamente inmóvil! “

 Si dice: “No, no es así.”

 “Pues bien, entonces, lo que tu dices está en contradicción con lo que tu afirmabas hasta ahora: que la mente permanecía simplemente inmóvil, en reposo, etc... Te falta observar la mente con más atención.”

 Vuelve más tarde, como un discípulo experimentado, diciendo: ”la mente permanece inmóvil en el estado de naturaleza, no cosificada, libre de toda elaboración y de todo artificio.”

 En ese caso: “Yo te había dicho la última vez, que me trajeras una consciencia simple, que no esté influenciada por perspectivas teóricas ni transformada por antídotos. Tu me traes un discurso prestado que no es de hecho, más que fabricación mental. Observa todavía más atentamente y vuelve.”

 Incluso puede que se ponga a declamar, de docta manera, toda clase de citas de los Sutras, Tantras, etc..., sin tener ninguna realización de ellos, sin conocer su sentido real, utilizándolos para hacer comparaciones con sus “descubrimientos”.

 Si tal es el caso: “Como ya te dije el otro día, no necesitas traerme huecas palabras, estériles extractos cogidos en los textos. Yo te dije que vinieras cuando hubieras observado tu mente sin dejarte enturbiar por teorías filosóficas. Así, tus citas son inútiles. Continúa tus investigaciones y observa aún más atentamente.” 

 El discípulo puede llegar a hacer ésta observación: “La mente ordinaria, cuando no está influenciada por teorías, ni transformada por antídotos, esta mente tal cual, no permanece la misma ni un instante; a veces produce algunos pensamientos, a veces ninguno; en ciertos momentos está activa, en otros no.”

 Responde entonces: “Has empezado a hacer ahora, lo que se debe hacer en la meditación. Efectivamente es así, la mente no es nunca la misma.”

 De nuevo dile: “Hará falta que observes la mente con agudeza, hasta que veas todas las diferenciaciones entre deseo y aversión, alegría y sufrimiento, amigos y enemigos, mundo animado e inanimado, etc. ¿Vienen éstas de un creador exterior a su creación, son creadas por la mente o son en sí mismas la mente? Observa bien y luego vuelve.” 

 De nuevo preguntado: “Parece que el universo haya sido creado por Cha, Ishvara o Brahma, el “Ancestro del mundo”, etc...”

 Pregúntale entonces dónde están, cuando comenzó la creación, de dónde fue creado el mundo y de qué manera lo fue.

 Si dice que no lo sabe, replica: “Entonces pretendes que el mundo es obra de un creador, ¡y no sabes cómo! En materia espiritual, no hay que mentir; cuando uno afirma algo, tiene que tener certeza. No escuches las supersticiones de los heterodoxos y las fábulas del mundo. No hay nada seguro ahí. Ahora, es preciso que examines que hay realmente de ello hasta obtener una convicción definitiva.”

 El discípulo vuelve con una respuesta: “El creador de todo eso es la mente. Si la mente está inmóvil, no hay nada de nada. Cuando se mueve, todo se crea.”

 Pregúntale entonces:”Esta mente creadora y su creación, ¿son una sola cosa o son distintos?

 Si dice que son distintos, pregúntale: “Cuando tu piensas en una columna, éste pensamiento de la columna, es la mente. ¿Existe también, en el mismo momento, otra columna en algún sitio aparte?

 Si responde que no hay dos en el mismo instante, es que ha tenido el reconocimiento. A continuación, por medios hábiles como éstos, habrá que hacerle reconocer la naturaleza de la mente confusa. 

 

[1] La mente discursiva se encontraba cegada por su propio discurso, su propia irradiación, sin percibir su cualidad esencial de claridad cognoscente.

[2] Regiones del Tibet meridional cuyo nombre se identifica con el del Maestro.

[3] Las Tres Puertas de la Completa Liberación: la base “como Vacuidad”, la práctica “ausencia de características, el fruto “sin esperanza de resultado.

[4] Es decir, una falsa representación de éstas cualidades naturales de la mente.

                                                  

-Respuestas-

 En lo que concierne a las instrucciones de reconocimiento en sí, dile: “En el momento en que decías: “ésta mente que es la que está actuando, haga o no haga,[1] era una fijación conceptual. Es la que hace instantáneamente aparecer y desaparecer, sometida a la influencia de las tendencias habituales. Así, se manifiesta en una multitud de fenómenos tales como la apariencia confusa de los seis mundos con sus colores, configuraciones, formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles. De ésta mente confusa que hace que todo aparezca y cese, tu has adquirido la comprensión y el reconocimiento. Es lo que se llama  “el creador”, que hace aparecer y desaparecer instantáneamente todos los fenómenos. No es otra cosa más que la mente, fuera de la cual ningún fenómeno puede existir. Y si la mente confusa es impermanente, la manifestación fenoménica no puede más que serlo también... ¿Cómo podría ser de otro modo? Mira lo que te hace falta comprender.

 Así cuando dices: “todos los creadores están en la mente, no hay nada más; cuando la mente está inmóvil, no hay nada en absoluto, cuando está en movimiento, todo se produce”, es exactamente así.

Sin embargo, la mente creadora y su creación, no son dos. Es por eso por lo que, como tu decías a propósito del pilar, “el pensamiento de pilar no es más que la mente y no hay otro pilar”. Efectivamente, todas las manifestaciones son la mente.


Se dice así en los cantos de Vajra:

“Fuera de ésta preciosa mente,
No hay ni Buda, ni ser ordinario.
Los fenómenos aprehendidos por la consciencia,
No le son externos en nada.”


Saraha, el Gran Brahman, dice:

 “La mente es, única, la semilla de todas las cosas.
En ella se despliegan samsara y nirvana.
Es lo que da el fruto deseado.
Rindo homenaje a la mente, semejante a una joya
Que concede todos los deseos.”

 

[1] El agente, sea activo, es decir creando los pensamientos, o pasivo, cuando no crea pensamiento.

Por el Venerable Lama Guendun Rimponche